jueves, 26 de febrero de 2009

Newton y la Creación Intelectual

Después de varias entradas hablando de Newton y de monopolio intelectual, propongo esta conexión entre ambos temas: La biografía de Newton nos ofrece una ilustración de las buenas y malas prácticas en la creación intelectual.

Por una parte Newton reconocía que, si había llegado a ver más lejos que los demás, era porque se había subido a hombros de gigantes. Gracias al trabajo acumulado de Copérnico, Galileo y Kepler, entre otros, Newton pudo llegar a formular su teoría de la mecánica. El que Newton usara las ideas de los científicos anteriores a él no ha disminuido ni un ápice, más bien al contrario, la fama de esos gigantes. La creación intelectual, en todas sus facetas, desde la literatura a los inventos, pasando por la música y la ciencia, se basa en la acumulación de ideas y experiencias de creadores anteriores.

Newton tomó ideas de Galileo, Bach recreó partituras de otros compositores, Avellaneda escribió su Quijote basándose en el de Cervantes, cada Don Juan se basó en los anteriores, la época más fructífera en Silicon Valley sucedió en los comienzos, cuando las patentes todavía no alcanzaban a los programas informáticos, la industria cinematográfica prosperó en Hollywood copiando argumentos de toda la literatura pasada y reciente (y huyendo de las leyes de copyright de Nueva Inglaterra).

Por otra parte, Newton tenía un carácter bastante malo y era muy celoso de sus descubrimientos, hasta el punto de considerar como de su propiedad cada uno de sus hallazgos en matemáticas o física. Esta faceta de su carácter es la causante de dos de las peleas más vergonzosas que se cuentan en la historia de la ciencia. La más conocida es la que tuvo con Leibniz por el descubrimiento del Cálculo Diferencial. Hoy está asumido que ambos desarrollaron esta rama de las matemáticas independientemente del otro. Sin embargo, la lucha por ser reconocido como el único autor y las acusaciones de plagio a Leibniz les hicieron perder a ambos tiempo y esfuerzo. La otra disputa la mantuvo con Robert Hooke quien tuvo algunas ideas acerca de la fuerza de gravedad y que, sin embargo, Newton no reconoció en sus Principia Mathematica, la obra en que expuso su teoría.

Este afán por poseer una obra intelectual en todos sus aspectos nos recuerda los esfuerzos más modernos por impedir usos provechosos de una obra o de su copia. Tenemos ejemplos en arquitectos que no permiten alteraciones de sus obras (incluso las más justificadas) sin compensaciones económicas hasta agencias colectoras de derechos de autor que quieren también compensaciones porque las nuevas tecnologías permiten nuevos usos de libros y discos.

Me gusta más Newton cuando investiga que cuando disputa sobre derechos de autor. También prefiero al Tedy Bautista que usaba los compases de las Estaciones de Vivaldi (sin pedir permiso a nadie) para su composiciones que el que propicia la imposición de trabas al uso de la música.

2 comentarios:

  1. Edison estaba pillado entre los dos bandos. Como inventor de las máquinas que usaban para grabar, filmar y mostrar las películas, quería una extensión del sistema de patentes (de las que huyeron a Hollywood los de la industria que ahora quieren encarcelar a los que hacen lo que ellos hicieron). Por otra parte no le interesaba que se extendieran los derechos de copia para que sus fonógrafos tuvieran más uso (al haber más discos).

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