miércoles, 19 de agosto de 2009

Las piezas lego de la naturaleza. La historia más extraña jamás contada. Y parte 11.

Las interpretaciones y los abusos

Hay varias interpretaciones de la mecánica cuántica. Las dos más famosas son (i) el colapso de la función de onda y (ii) la existencia de múltiples universos.

La (i) es la interpretación de Copenhague y toma literalmente lo que se hace con las funciones de onda. En el modelo, cuando se mide una variable, deja de ser incierta. Esto se traduce a la realidad diciendo que la onda de una partícula colapsa al ser medida. Deja de ser una variable aleatoria para ser un valor.

La (ii) es su más conocida alternativa. Viene a decir que cada uno de los valores que puede tomar una media se toman en algún universo. O, lo que es lo mismo, cada vez que una función puede tomar varios valores, el universo en el que está actualmente la partícula se divide en tantos universos como valores son posibles.

Hoy por hoy, cualquiera de estas interpretaciones es pura especulación. No hay ninguna observación o experimento concebible que nos pueda valorar una u otra. Hay quien dice que, por esto, ambas interpretaciones son metafísica. Yo prefiero decir que son especulaciones y maneras de hacer más o menos intuitiva la mecánica cuántica.

Junto a este tipo de especulaciones inofensivas hay toda una moda de usar la mecánica cuántica para hacerle decir lo que no dice. Claro, como es tan incomprensible y contraintuitiva, queda muy bien para justificar otras cosas también contraintuitivas … y falsas.

Aquí van unos pequeños ejemplos de abusos de la mecánica cuántica:

1.- El observador influye en lo observado.

2.- La ausencia de determinismo en la mecánica cuántica permite el libre albedrío.

3.- La consciencia puede provocar el “colapso de la función de onda” para que tome el valor que quiera.

Expliquemos esto con detalle.

1.- El observador puede o no influir en lo observado cuando salimos del ámbito de la mecánica cuántica. Cuando estamos en el mundo macroscópico en el que vivimos, ninguna de las extrañezas cuánticas son observables, así que esta afirmación no puede entenderse más que como metáfora, no como aplicación ni consecuencia de la mecánica cuántica. Además, la mecánica cuántica tampoco dice exactamente eso. Dice que el futuro se va construyendo según van interactuando las partículas elementales y según unas reglas probabilísticas determinadas que contradicen la intuición de que los valores de las distintas cualidades de una partícula están predeterminados. El observador lo que hace es provocar interacciones.

2.- El determinismo de Newton y de Einstein dejaba al Universo sin lugar para el libre albedrío, que quedaba como una ilusión de los autómatas mecánicos que seríamos todos los seres vivos, ser humano incluido. El fundamento probabilístico de la mecánica cuántica es, para muchos, una posible vía de escape para que exista el libre albedrío. No sé bien por qué. El que las cosas sucedan con una regla probabilística no deja tampoco lugar al libre albedrío. Uno no puede elegir el número que mostrarán los dados cuánticos. No hay libertad de elección en la mecánica cuántica, por lo que seguimos donde estábamos con respecto a este problema.

3.- Esto es una versión fuerte del punto anterior. Si algunos pensaban que uno, en su cerebro, puede decidir uno u otro valor cuántico cuando toma decisiones, otros piensan que podemos ir más allá y fabricarnos la realidad a medida con el poder de la mente. Los magufos de la película What the bleep do we know? (¿Y tú qué sabes? en su versión española) caen en este y en todos los demás abusos de la mecánica cuántica para justificarse.

Estos abusos no son inofensivos. Con frecuencia hay detrás de ellos sistemas de autoayuda, de pretendida psicología,… que venden remedios que no tienen.

36 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo con el punto 2.

    Si yo tengo un 99 de probabilidades -¡es un suponer!- de sacar cara y he sacado 99 veces cara en la centésima tirada aunque la ley probalística lo diga no tengo por qué sacar cruz, creer lo contrario sería cometer la falacia del jugador.

    El libre albedrío necesita para su postulación que el universo sea indeterminista de forma que pueda decir que nada, siquiera ley alguna, coarte su actuar y lo que dice la cuántica es que, con lo que sabemos actualmente, el devenir de una partícula es puro azar y aunque esté reglado por una ley probabilista, cada tirada está libre de dicha ley por paradójico que suene, lo contrario, insisto, es cometer la falacia del jugador

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  2. Precisamente el hecho de que la probabilidad sea 1/2 de sacar cara cada vez implica que no hay libre albedrío que pueda influir en que sea cara o cruz.

    El argumento "el libre albedrío no puede darse en un contexto determinista, por tanto debe darse en un contexto azaroso" es tan válido como el que diga"el libre albedrío no puede darse en un contexto azaroso, por tanto debe darse en un contexto determinista", es decir, que ambos son completamente inválidos. Ninguno de los dos contextos nos permiten el libre albedrío.

    Tal vez la conclusión es que el libre albedrío no existe. Tal vez haya otras posibilidades que desconocemos.

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  3. Todo depende de saber qué entedemos por libre, si entendemos por tal aquello que no está sujeto a leyes deterministas entonces la cuántica nos habla de libertad.

    Cuando yo tiro una moneda -supongamos que su indeterminación es a nivel cuántico- no hay ley que prediga qué va a salir en esa tirada concreta y nada ni siquiera un historial de tiradas lo puede prever aunque sepa que en número infinitos el numero de caras será el mismo que el de cruz.

    La tirada es esencialmente impredecible, ni siquiera el demonio de Laplace puede predecirla; si el mundo funcionara así cómo no concluir que hay razones más justificadas para creer que existen entidades -nuestro yo- que no están sujetas a leyes deterministas cuando en puridad ninguna partícula material lo está

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  4. No están sujetas a leyes deterministas, pero están sujetas a leyes. El libre albedrío no debería estar sujeto a estas leyes. La moneda no tiene libertad para sacar cara o cruz, está forzada a seguir las probabilidades.

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  5. No están sujetas a leyes deterministas, pero están sujetas a leyes.

    Sin duda, por eso he dicho que todo depende de lo que se entienda por ley, el hecho es que stricto sensu una moneda en UNA tirada no está sujeta a ninguna ley pues la ley probabilista afecta a un conjunto de tiradas. En ese sentido no es verdad que la moneda no tiene libertad para sacar cara o cruz, [que] está forzada a seguir las probabilidades , pues, insisto, para una tirada no hay ley ni siquiera probalista que prediga la misma.

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  6. A ver, Héctor, estamos de acuerdo en lo que significa el azar, supongo. La cuestión es que yo digo que no hay dónde meter el libre albedrío en el azar. Pongamos que hay un alma que decide qué valores toma la moneda. Esa alma no puede decidir nada que altere la distribución de valores que es esperable por azar. Es decir, hay un límite muy estricto a lo que puede hacer el libre albedrío basado en el azar. El límite es que el libre albedrío debe ser indistinguible del azar.

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  7. El límite es que el libre albedrío debe ser indistinguible del azar..

    Sí, estoy de acuerdo y el azar, apostillo, no es más que la medida de nuestra ignorancia que introducimos en nuestros modelos.

    Si una persona es libre en el sentido pleno del término, no habrá forma de modelizar de forma precisa, mecánica y determinista su actuar. En cierto modo, el libre albedrío es indemostrable, pero no descartable su existencia cuando en un universo indeterminista tratamos al contrario que cuando Newton y el demonio de Laplace podía existir y es en ese sentido en el que apunto que la cuántica -de no existir finalmente variables ocultas- ha hecho posible hablar de libre albedrío sin que ello contradiga a la ciencia.

    Obviamente la cuántica no ha demostrado el libre albedrío.

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  8. No sabemos que el azar de la realidad cuántica sea una medida de nuestra ignorancia. Es posible que sea intrínseca a la naturaleza.

    El libre albedrío podría ser un "algo" que incide en el azar, pero manteniendo el azar (¿?) o el resultado ilusorio (¿?) de los movimientos azarosos (o deterministas si hubiera alguna manera de recomponer lo de las variables ocultas). Postular ese "algo" es, de momento, complicar la hipótesis.

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  9. Un articulo bien argumentado Ferreira, un soplo de aire fresco en la era del postmodernismo.

    ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

    libre albedrio~.

    1. m. Potestad de obrar por reflexión y elección.

    Elegir y reflexionar se puede hacer en perfecto determinismo. Elegir es seleccionar una opcion de un conjunto (determinado o no, azul o verde, de esto nada dicen los creadores del lenguaje) y reflexionar es pensar sobre un asunto (determinado o no, azul o verde, de esto nada dicen los creadores del lenguaje).

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  10. Creo que a veces se confunde "el poder de la mente" (en mi opinión una propuesta peligrosamente falsa) y "el poder sobre la mente" (una realidad históricamente computable).

    Algunos entendemos la autoayuda como el intento de desmitificar el poder de la mente y alertar sobre los peligros de su alienación con propuestas de todo tipo, dada su ineludible dependencia de la crianza. En ese sentido este artículo es una oportuna heteroayuda a clarificar "lo cuántico", en un momento en que es objeto de interpretación desde múltiples "libres albedríos".

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  11. Creo que Íñigo ha tocado la fibra clave del asunto. Intenté dar una explicación aceptable con variaciones. Creo que si el problema del libre albedrío es tan irresoluble es porque mezcla churras con merinas.

    Llamamos "libre" a cosas distintas: por un lado lo usamos para referir a la ausencia de causa, lo cual es ilógico en nuestro mundo humano y no tendría sentido biológico (si la mente existe para algo es para responder siempre de forma óptima a unos estímulos). Por otro lado, el libre albedrío es la facultad de escoger haciendo valoraciones racionales o irracionales. Esto último no se excluye con el determinismo. De hecho, haciendo un análisis pormenorizado llegamos a identificar libre albedrío con complejidad de la voluntad.

    Soy libre en la medida en que decido lo que quiero, y el grado viene dado por el número de opciones que considero. Estoy determinado en tanto en cuanto no puedo elegir mis fines últimos: nadie puede no elegir lo que considera bueno a la postre para sí mismo, sea cual sea el camino que elige. Autocitándome diré que no es que nosotros, seres intencionales, estemos condenados a la busca de una determinada satisfacción (lo cual está claro), sino que esa búsqueda es lo que le hace a uno intencional y no hay intencionalidad posible sin determinismo. Lo más parecido que podemos encontrar a una excepción es la locura.

    En resumen: el caos filosófico viene de usar un mismo vocablo para referir a la vez una sensación y una ausencia de concatenación lineal de causas, dos cosas perfectamente compatibles entre sí aunque de distinto ámbito.

    De todos modos permanezcamos atentos a lo que tenga que decir nuevo Penrose sobre la posible naturaleza cuántica de la mente.

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  12. Iñigo, El Perpetrador:

    Yo también pienso que, en cuanto nos ponemos a dar un sentido riguroso a la expresión "libre albedrío" comienzan a desaparecer los problemas. Lo que pasa es que esos sentidos rigurosos dejan de lado la "sensación de libre albedrío", a la que no sabemos darle una definición formal. Ante esto, o bien nos quedamos con que es solo una sensación o bien estamos a la espera de tener una definición operativa para hablar de ello. Sin esta posible definición, nos ocurre este caos filosófico.

    Arturo:

    Muy bueno lo de la interpretación desde "libres albedríos". Lo de la heteroayuda, en los tiempos que corren, puede entenderse (por algunos libres albedríos) como discriminatorio hacia los "homo".

    Gracias a los tres y a Hector por comentar.

    Saludos.

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  13. Mi idea de una heteroayuda "sostenible" es la que justifica decir a un niño con padres pobres que el motivo de que no tenga juguetes en Navidad no se debe a su maldad deducible sino a que los Reyes no existen.

    Supongo que existe la posibilidad de sostener, justificadamente, unas propuestas de verdad por encima de otras.

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  14. "sensacion de libre albedrio" suena como a la "sensacion de mecanica cuantica" que has atacado aqui. Seamos serios y usemos el rigor del lenguaje en los contexto del conocimiento y dejemos sus sensacionalismos para todo lo que no es conocimiento.

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  15. Es prácticamente imposible que efectos cuánticos jueguen un papel determinante en los procesos de la mente.

    Por el tamaño (número de partículas) y temperatura a la que se encuentra el cerebro es casi imposible que dichos efectos cuánticos jueguen un papel determinante en el cerebro y por lo tanto que permitan explicar la conciencia, el libre albedrío o la razón. La conciencia se genera en las redes neuronales, no en los átomos del cerebro.

    El entrelazamiento cuántico es muy sensible a cualquier interacción con el medio ambiente. Por ello es tan difícil construir un ordenador cuántico.

    Por último, la atención SELECTIVA supondría a efectos computacionales un libre albedrío restringido. Y eso es lo que tendríamos a efectos de libertad de elección entre distintas alternativas: aceptar o rechazar, hacer o no hacer, etcétera.

    Saludos

    J
    osé
    M
    anuel

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  16. Martin Heisenberg, biólogo y sobrino de Werner Heisenberg, publicó en Nature (14 Mayo 2009) un breve artículo sobre el carácter ilusorio de la libertad.

    Afirma que no es necesario que la conducta sea consciente para que sea considerada como libre. De hecho nuestras acciones están generalmente predeterminadas por el carácter predictivo e inconsciente de la actividad cerebral.

    La percepción no es un input que da lugar, primero, a una evaluación y finalmente a una decisión conductual (output). Lo percibido es lo que el cerebro edita (output) como resultado final del procesamiento predictivo promoviendo o iniciando una acción.

    Heisenberg, el sobrino, recuerda que la actividad neuronal, tanto a nivel de apertura y cierre de canales ióniocs o liberación de neurotransmisores en la sinapsis, tiene un componente azaroso continuo y que los módulos cerebrales están fuertemente automatizados en sus patrones de encendidos.

    Dado que el cerebro trabaja en un universo modular fuertemente organizado es problemático situar la percepción de libertad-voluntad o agencia.

    Propone una salida kantiana: aunque las acciones emerjan de un sistema interno inconsciente pueden considerarse libres si coinciden con lo que "uno" (no entro en lo que eso significa) considera moralmente aceptable.

    No veo problema en utilizar (además con un prudente entrecomillado) el concepto de "sensación de libre albedrío". De hecho se puede evocar esa "sensación" de agencia motora estimulando la corteza parietal consiguiendo una convicción absoluta (como sensación) de que se ha movido voluntariamente una mano, sin que esta se mueva un pelo y lo contrario: estimular la corteza premotora frontal produciendo el movimiento sin que este sea vivenciado por el individuo.

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  17. De acuerdo con lo que dice Jose Manuel: el cerebro no es una máquina cuántica, sino que su actividad puede describirse perfectamente a nivel "clásico", sin "indeterminaciones".
    Por otro lado, el principal error de quienes ven en la indeterminación cuántica un clavo ardiendo al que agarrarse en la defensa del libre albedrío es el siguiente: supongamos que mi decisión de ir o no ir al cine dependiera de si la función de onda de cierto electrón se colapsa en el estado A o en el estado B; si lo hace en uno de ellos, el electrón sale de la neurona por una sinapsis, y si lo hace en el otro estado, sale por otra sinapsis, desencadenando en cada caso una cadena de reacciones distinta, una de las cuales me conduce al cine, y la otra no. Ahora bien, decir que el colapso de la función de onda esta INDETERMINADO significa que no hay NADA que lo determine, o sea, que el hecho de que vaya por un sitio o por otro es TOTALMENTE AZAROSO (con una probabilidad dada por el propio estado de la función de onda previamente al colapso), o sea, que es estadísticamente independiente de CUALQUIER OTRO HECHO. Los defensores del libre albedrío mantienen en realidad DOS tesis diferentes: una, que nuestras decisiones NO están determinadas por nada ajeno a nosotros; y dos, que nuestras decisiones ESTÁN determinadas "por nuestra voluntad". Lo que dice la indeterminación del colapso de la función de onda es que esta función no se colapsa A CAUSA de ninguna otra cosa (sea "nuestra voluntad", o lo que sea). Más bien sucedería, en todo caso, lo contrario: nuestro DESEO de hacer una cosa u otra es el EFECTO, el RESULTADO, de que ciertos sucesos (cuánticos o clásicos) sucedan, no es la CAUSA de ESOS sucesos (aunque, naturalmente, es causa de OTROS sucesos que ocurren DESPUÉS).

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  18. La actividad del cerebro, que yo sepa, no está descrita al 100%, por lo que caben todavía las sorpresas. Personalmente no me cuesta nada creer en algún tipo de computación cuántica, dada la manera en que piensa un ser humano, que no parece ser plenamente lógica, en el sentido en que no es bivalente y hay saltos entre niveles de conciencia. De momento, que la mente sea computable es algo por demostrar. Que yo sepa no se ha reproducido artificialmente ese hecho.

    Lo que dice Penrose (según J. PastorGómez) es lo siguiente:

    1. El pensamiento matemático y, por extensión, el resto de los procesos mentales, no se computa, es decir, no puede existir ningún programa de ordenador capaz de realizar los mismos procesos que un ser humano. Aunque no computable, considera que se trata de un proceso puramente físico.

    2. La MC es incompleta, en el sentido de que la reducción de la función de onda no es un proceso objetivo, sino aleatorio, como hemos visto antes. El autor propone un mecanismo por el que la reducción de la función de estado se realice de manera objetiva. Para ello, propone que la unificación de la MC con la relatividad general dará lugar a una teoría de la gravedad cuántica que permita la eliminación de la aleatoriedad en la MC. Además, igual que ocurre con las otras teorías, para Penrose resulta fundamental considerar la conciencia como una actividad global, por lo que cualquier mecanismo que sirva como explicación de la misma debería abarcar, de manera unificada, numerosas regiones del cerebro.

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  19. Iñigo:

    Me parece que estaba diciendo algo parecido. Con el libre albedrío, como con la consciencia, tenemos, sobre todo "una sensación". Con ambas ocurre que, al intentar definirlas con rigor, desaparece la sensación y nos queda el mecanismo (o posible mecanismo) por el que se podrían observar los efectos asociados a una elección. Ocurrirá lo mismo con otra sensaciones, como el miedo, el placer, el dolor. Podemos concebir mecanismos evolutivos que causen que un animal evite o busque ciertas cosas. Concebir la emergencia de la sensación se nos hace concebible teóricamente, pero nos falta la intuición de cómo puede ser esa emergencia.

    José Manuel:

    De acuerdo, pero entendamos que, aunque la atención selectiva simplifique el problema del libre albedrío (si es que es un verdadero problema), en esencia sigue estando ahí, en cómo seleccionamos prestar atención a una información o estímulo y no a otros.

    Arturo:

    Esa salida kantiana se parece a la propuesta del libre albedrío como ilusión del ser consciente. Como te gusta el tema del dolor, podemos poner un ejemplo que encuentro ilustrativo. Cuando descuidadamente ponemos la mano en el fuego, la apartamos automáticamente. A pesar de ello, no sentimos que nada haya ido en contra de nuestro libre albedrío, y sentimos la decisión de apartar la mano como nuestra. ¿Será así con todo?

    Jesús:

    También de acuerdo. Sobre todo, es la relación causal que muestras al final el meollo de la cuestión. Como le decía a Hector en los comentarios anteriores, uno podría concebir "algo" exterior al mundo que conocemos de la física que colapsara las funciones de onda en su toma de decisiones. Es concebible que estos colapsos sean indistinguibles del azar. Por ejemplo, una secuencia de toma de decisiones puede seguir la secuencia de ceros y unos del número pi en binario. Esta secuencia es azarosa y mantiene la probabilidad 1/2 de uno o cero en cada posición. Claro que no puede suceder que muchas decisiones correspondan al número pi, porque si no, empezarían a notarse cosas no aleatorias en las distribuciones a nivel estadístico. Cada individuo en cada circunstancia es distinto de los demás, así que las secuencias elegidas nunca estarían correladas. De esta manera se mantendría la aleatoriedad.

    Pero todo esto es mucho suponer. Con la complejidad neuronal se han ido resolviendo algunas cuestiones del comportamiento animal y no tenemos ninguna evidencia de nada fuera del mundo de las partículas que corresponda a ese "algo". Es más, ese "algo" tendría los mismos problemas que el modelo del homúnculo o del fantasma en la máquina para explicar la consciencia.

    El Perpetrador:

    La mecánica cuántica es incompleta porque no engloba la gravedad. Puede ser incompleta en más sentidos, como que pueda surgir otra teoría que necesite de menos primitivos para explicar las mismas o más cosas. Que sea aleatoria no quiere automáticamente decir que es incompleta. La realidad bien podría ser así.

    Gracias a todos. Son comentarios de una calidad extraordinaria.

    Saludos.

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  20. El ejemplo de apartar la mano es correcto. La percepción siempre es una toma de decisión cerebral. Existe un "determinismo estructural" que elabora continuamente una teoría de posibles-probables sucesos, internos y externos. Cada acción genera estímulos. Estos estímulos son predecibles y si coinciden con la predicción y no son relevantes, no pasan a la conciencia.

    Aunque persiste la tendencia a separar secuencialmente percepción-cognición-acción, probablemente hay una codificación única para los tres componentes (Teoría del código único, Wolfgang Prinz).

    La conciencia se nutre de lo relevante y/o novedoso. Lo que es predecible e irrelevante es inconsciente (está automatizado)pero ello no quiere decir que nos quite libertad sino que nos la facilita (figura-fondo) permitiendo centrar la motivación de la voluntad en aquellas tareas que el sistema (determinismo estructural) selecciona como tareas conscientes.

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  21. Perpetrador: el cerebro de un ratón es físicamente muy parecido al de un humano, aunque más pequeño, pero TODOS los fenómenos cuánticos que pueden ocurrir en un cerebro humano, seguramente ocurren igual en el de un ratón. Y que yo sepa, los ratones no hacen cálculos matemáticos ni tienen mucha libertad (aunque vete a saber).

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  22. Jesús,

    A esto debería mejor responder Arturo desde la neurología. Yo, en principio, diría que si el cerebro del ratón es cualitativamente similar al del hombre, entonces efectivamente podría no ser computable. Probablemente hagan "matemáticas" a su manera y probablemente no sea un pensar algorítmico, al igual que el nuestro.

    En realidad no tengo ni idea de cómo piensa un ratón: me da la impresión de que su pensar es más automático que el nuestro porque no es capaz de considerar tantas variables como nosotros. Pero, en efecto, me cuido de no pronunciarme ni en ratones ni en hombres: creo que no hay pruebas suficientes todavía de la mente cuántica o no cuántica en ninguna especie. De todos modos insisto en que el problema del libre albedrío podría resolverse al margen de esto, más bien a la luz de la filosofía analítica.

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  23. El ratón es un organismo excesivamente complejo para reflexionar sobre libre albedrío. Sugiero sustituirlo por el paramecio, un ser vivo unicelular, considerado como una "neurona que nada". Dispone de conducta aleatoria, cuando vaga por la charca. Se producen giros exploratorios azarosos a no ser que sucedan cosas como atravesar un borde de oscuridad-luz, entrar en un gradiente nutricio recibir un estímulo mecánico anterior (con respuesta predeterminada de marcha atrás, giro y patrón de marcha aleatorio reiniciado) o posterior (patrón de aceleración de la dirección previa). Se ha comprobado memoria condicionada clásica de unos 15 minutos para volver de la luz (aplicando descarga eléctrica) a la oscuridad.

    Un ser vivo es algo terriblemente complejo, con varios miles de proteínas integradas en una red de interacciones mutuas a su vez muy compleja (sociología molecular). Podríamos incluso plantearnos si las proteínas son libres cuando modifican su estructura de plegamiento espacial en función de condiciones de entorno.

    Un organismo pluricelular es una república de individuos celulares que comparten un ecosistema. Las decisiones provienen a veces del individuo y acaban en un cáncer (la libertad individual extrema) y otras del "colectivo" y se induce la muerte innecesaria de las células de un órgano (enfermedades autoinmunes...).

    Creo que el esquema estímulo-evaluación-selección-decisión-ejecución aplicado al sistema nervioso es inadecuado pues sitúa a "lo cognitivo-reflexivo" como ámbito de discusión del problema del libre albedrío. Percepción-cognición y acción son indiferenciables desde el punto de vista de la neurofisiología.

    Para mi equilibrio epistemológico considero que la "sensación de libertad" es un contenido perceptivo como puede ser la "sensación de peligro". Es algo que me genera un estado de atención-intención que me incita a una decisión "meditada" e incierta.

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  24. Interesante debate, aunque creo que no coincide plenamente con el tema de la entrada (¿o sí?).
    Creo que Jose Luis trataba de diferenciar claramente las interpretaciones de los abusos (de extrapolar tales interpretaciones a campos donde no son válidas) y puede que este apasionante debate deribado sobre el "libre albedrío", sea precisamente un ejemplo de uno de esos abusos interpretativos.
    La maquinaria cerebral no es sólo "software" ni "hardware", sino una interrelación de ambos.
    Esto creo que es válido para el funcionamiento de cualquier sistema vivo, aunque la vida esté basada en automatismos moleculares (imperfectos, desde luego, ya que sino no existiría la evolución) y por lo tanto el "libre albedrío" no deja de ser una simple ilusión (o sensación), lo mismo que la autoconsciencia, por poner un ejemplo.

    En fin, no quiero entrar a saco sin haber sido invitado, así que "mi autoconsciencia me deja tomar la libre decisión de dejarlo por ahora", aunque como decía otro ser autoconsciente: "volveré"...

    "Saionara beibi" ;-)

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  25. Hola, Manu, no solo estás siempre invitado (como todos), sino que se agradece tu comentario. Algo tendrá que ver la discusión con la entrada (el abuso 2 era sobre el libre albedrío), aunque ya sabes cómo son las discusiones en los blogs. Se empieza hablando de una cosa y al final la cosa va derivando o desvariando, según el caso.

    Lo que dices del software y el hardware es pertinente. Es más, creo que una de las diferencias entre el cerebro y un ordenador seguramente sea que, al contrario que en el ordenador, en el cerebro no será fácil separar el software del hardware.

    Espero tu vuelta.

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  26. Ya estoy otra vez aquí.
    Gracias por la invitación. Ya sabes que es recíproca, por supuesto ;-).

    Pues sí Jose Luis, no sólo es que no sea fácil separar el software del hardware en los organismos vivos, sino que viene a ser prácticamente la misma cosa.
    Es decir, que los datos en los sistemas nerviosos se almacenan de forma latente mediante conexiones sinápticas cambiantes (de ahí que nuestra memoria no sea perfecta y varíe subjetivamente de un momento a otro), sin embargo en los sistemas informáticos, los discos duros u otras bases de datos, almacenan la información sin modificar sus circuitos (al menos que yo sepa), de ahí su objetividad (que no la del programador).
    Al menos eso es lo que tengo entendido.

    Un abrazo.

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  27. Te leo a menudo, pero es verdad que te debo comentarios. Intentaré enmendarme.

    Abrazos también desde aquí.

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  28. La libertad o libre albedrío es esa sensación que se tiene de realizar la propia voluntad sin una fuerza externa que vaya contra ella.

    Si todo fuese impredecible diríamos cosas como "deseaba saludarte pero esta vez te pisé, lo siento".

    E irse a las posibles consecuencias de las indeterminaciones de la MC es irse por las ramas de un árbol sofístico de considerable altura. Y caerse luego. Los animistas y sus embrollos raros.

    Si no hay relación determinada entre sus recuerdos, sus gustos, sus percepciones, sus preferencias y sus decisiones, ¡SON USTEDES UN PELIGRO PARA EL TRÁFICO!

    Un saludo.

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  29. No sé si alguna vez he pisado a alguien en lugar de saludarlo, pero sí que a veces digo palabras que no sé quién rayos las ha puesto en mi boca. Escribiendo me controlo un poco más. ¡Bendito blog!

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  30. La inteligencia de los seres humanos -de todos los seres vivos en general- depende de la memoria, el lenguaje y la atención selectiva.

    Se necesita mucha infraestructura cerebral inconsciente para que seamos capaces de atender selectivamente. Cuando eres consciente de algo es porque integras mucha información inconsciente, por ejemplo, toda la información visual. No eres consciente de cómo ves, pero sí de lo que ves. Por tanto, no tienes libre voluntad de cómo has de razonar, pero sí de qué razonar en condiciones determinadas. Digo yo (!).

    Mientras más automatizados los procesos, mejor fluye la información en la mente. Debe ser un patrón evolutivo.

    J
    osé
    M
    anuel

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  31. José Luis:

    Por eso, precisamente, es posible delimitar el sujeto como realidad subjetiva del yo, el cuerpo como realidad observable del yo y el mundo como el resto de la realidad observable. Tenemos un tic en un dedo, movemos una mano sin querer, tenemos la necesidad de respirar, de dormir, de comer o de orinar. Todo eso no es voluntario y queda delimitado dentro de nuestro cuerpo.

    Pero la delimitación de lo voluntario no depende en primer lugar de que sepamos científicamente cuáles los procesos cerebrales o neuronales, ni la neurofisiología de las sinapsis, ni de los canales iónicos. Depende de que experimentamos nuestras deseos como una modulación de nuestra acción a través de nuestras preferencias y nuestros recuerdos. Toda perturbación de ese proceso es contemplada como un agente externo al sujeto, una fuerza, una realidad ajena.

    No me quiero extender, que el sueño, no voluntario, hace de las suyas y se me van a cerrar los ojos sin que yo lo decida.

    Saludos.

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  32. J
    osé
    M
    anuel:


    L
    a respuesta era
    t
    ambién en parte para ti.

    Y para Arturo, con saludo especial.

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  33. Desde mi perspectiva y sesgo de neurólogo, tiendo a imaginar células (individuos) organizadas socialmente. El ámbito de la "toma de decisión" es sistémico aunque se nos presente bajo la apariencia del YO soberano.

    Sólo alcanzo a vivenciar esa decisión (libre albedrío) como un contenido perceptivo que se proyecta desde el sistema a la consciencia. Este output sistémico se convierte al instante en un input que "reentra" (Edelman) y retroalimenta.

    A nivel unicelular existe también ese ir y venir informativo de dentro afuera y de fuera adentro (función autocrina).

    Los contenidos perceptivos cumplen la función de promover acciones o reflexiones por parte del individuo incitándolo a la inacción o a la exploración.

    La función en la que puede contemplarse una libertad (al menos aparente) de decisión es en ese ámbito de acción-reflexión accesible a la consciencia. Utilizando el símil digestivo, somos "libres" para decidir lo que comemos y cómo lo hacemos pero no decidimos nada en el proceso digestivo, más allá de las fauces.

    El lenguaje distingue entre ver y mirar, oir y escuchar pero no discrimina un "pensar" equivalente a oir y ver de otro referido a escuchar y mirar.

    Pienso... digiero... respiro... luego existo... luego pienso... busco comida e inspiro-expiro.

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  34. Sobre el segundo punto "El determinismo de Newton y de Einstein dejaba al Universo sin lugar para el libre albedrío" que veo que trae cola.

    Que pasa con la teoría del Caos entonces??

    Algunos sistemas determiníosticos como por elemplo el universo de Newton o el de Eintein son impredecibles de todas formas.

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  35. La teoría del Caos no tiene que ver con el libre albedrío, ni siquiera con lo impredecible. La teoría del caos es perfectamente determinista. Sólo que los resultados de un proceso son my sensibles a las condiciones iniciales, y que el proceso (su dinámica) produce patrones difíciles de determinar a priori dados los datos del problema, sin reproducir la dinámica. Vamos, que no hay otro algoritmo para encontrar los patrones que reproducir el proceso.

    La consecuencias son que, en la práctica y dada la precisión que podemos usar en las medidas habrá cosas que no podremos medir con la suficiente precisión. Pero esto es problema nuestro, no de la realidad, que seguiría siendo determinista (sigo hablando del universo de Newton y de Einstein, no del cuántico).

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