domingo, 12 de febrero de 2012

¿Hay observación sin teoría?

Hubo intentos epistemológicos para contestar esta pregunta en afirmativo. La ciencia sería una tabla rasa en la que se irían anotando las observaciones para luego construir una teoría. Hoy en día se tiende a pensar que la respuesta es negativa. Cuando, por ejemplo, anotamos la velocidad de desplazamiento de una partícula, anotamos también las condiciones del medio, como humedad y temperatura, pero no anotamos otras, como el tamaño del laboratorio o el color del pelo del asistente de investigación. Esto es porque nuestra teoría descarta que estos últimos elementos influyan en la velocidad de la partícula.

Es más, la verosimilitud del dato experimental, la medida en que nos ratifica o refuta la hipótesis, depende del grado de aceptación a priori de esa hipótesis o de la teoría en que se enmarca. Por ejemplo, si mi creencia a priori es que en tal sitio solo llueve un día de cada 100, el caso que haré a una señal de que va a llover (un informe meteorológico con su margen de error, por ejemplo) en ese lugar será distinta de la que haré a esa misma señal en un lugar donde creo que llueve 90 días de cada 100. En el primer caso dudaré mucho de que la señal quiera decir que, efectivamente, lloverá mañana, mientras que en el segundo caso mi confianza pasará del 90% a un número mucho más cercano a 100.

Muy bien. Aceptemos que no hay observación sin teoría. ¿Qué quiere decir esto? ¿Que no es posible la investigación objetiva? ¿Que no tenemos seguridad de que nuestras teorías sean ciertas? ¿Que podemos tener dos teorías distintas pero igual de ciertas?

Ilustremos esto último con el siguiente diálogo:

-Oye, Zorba, ¿es verdad que los griegos para decir "sí" decís "nai"?
-Nai.
-¡Ya sabía yo que no podía ser!

Hay dos teorías sobre el significado de "nai", y según sea la creencia a priori, así se interpretará la contestación de Zorba. Así, pues, parece que es posible tener dos teorías contradictorias sin poder dilucidar si una es mejor que la otra basándonos en los datos, pues se interpretarán según la teoría.

Pero si seguimos hablando con Zorba terminaremos aprendiendo algo de griego y, finalmente, sabremos el significado de "nai". Hasta ahora no ha ocurrido que un explorador crea haber aprendido el idioma del nativo y esté tan equivocado en su creencia que cuando cree estar hablando de la caza de rinocerontes, en realidad está hablando de lo desdentada que está la abuela del nativo.

Ahora juzguemos si las teorías científicas se parecen más al escueto diálogo del ejemplo o a una interacción más constante como la del explorador. Ciertamente no podremos demostrar al 100% que nuestra teoría no está equivocada. Ninguna lo pretende y, por otra parte, es algo que epistemológicamente ya sabíamos imposible. Es más, el insistir en "no hay observación sin teoría" no nos aporta demasiado a nuestra lista de cuidados del método científico, que incluye la valoración de hipótesis alternativas, por ejemplo.

La situación tiene incluso su formulación matemática en la estadística moderna. Hay dos maneras de hacer inferencia estadística, la clásica y la bayesiana. La clásica hace sus inferencias ateniéndose solo a los datos. La bayesiana parte de hipótesis previas que va cambiando según vengan los datos. Es más, la bayesiana dice que la clásica, por mucho que quiera, siempre hace alguna hipótesis. Los clásicos creen que los bayesianos complican sin necesidad la inferencia estadística.

Al final da bastante igual porque hace tiempo que se ha demostrado que ambas maneras de hacer inferencia dan los mismos resultados cuando el número de observaciones no es demasiado pequeño. Es más, esto es cierto para cualquier hipótesis de partida que se trajera según la visión bayesiana.

Es decir, tenemos un modelo en que se explica cómo puede haber avances aún aceptando eso de que no hay observación sin teoría y no tenemos ningún caso, salvo los triviales como el diálogo de arriba, en el que ocurra que dos teorías distintas nos dan distintas visiones de la realidad que sean igualmente concordantes con los datos. Si son distintas, una hará unas predicciones y otra, otras. No hemos observado que haya teorías que hagan distintas predicciones y que cada una vea ratificadas sus hipótesis, justamente por la diferente valoración de los resultados de las predicciones. Si dos teorías son distintas solo en la parte no observable, no son distintas en ningún sentido importante.

11 comentarios:

  1. Muy interesantes tus observaciones, Jośe Luis.

    Todavía creo que se puede ir un paso más, cuando la teoría define las magnitudes e incluso a veces la forma de medirlas. Sirva como ejemplo la Teoría General de Keynes que llevó a la definición y puesta en marcha de los sistemas de contabilidad nacional impulsados por Hicks...

    Un saludo

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    1. Bienvenido al blog, Pedro, aunque me temo que no te sigo con el ejemplo de la Teoría General de Keynes. ¿De qué es ejemplo?

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    2. En el momento de la publicación de la Teoría General y un año más tarde de la interpretación cuantitativa de la misma por Hicks, carecíamos de sistemas contabilidad nacional. Las primeras cuentas nacionales definieron las magnitudes a medir siguiendo los elementos del análisis cuantititativo de Hicks. De hecho, nuestro sistema de contabilidad nacional en su vertiente del gasto (C+I+G+X-M) refleja las magnitudes descritas por la teoría keynesiana. Observamos esas variables en la medida que alguien las definió previamente y otros se encargaron de medirlas.

      Carson, 1975, página 161

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    3. OK, dices que gracias a una teoría se han definido variables que luego se miden. Eso pasa muy a menudo, claro. Muchas de las variables que se miden en, por ejemplo, la encuesta de presupuestos familiares vienen sugeridas por los economistas de los últimos tiempos.

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  2. "No hemos observado que haya teorías que hagan distintas predicciones y que cada una vea ratificadas sus hipótesis, justamente por la diferente valoración de los resultados de las predicciones. Si dos teorías son distintas solo en la parte no observable, no son distintas en ningún sentido importante."

    Ése párrafo, no sólo es importante en lo que dice, sino que es una bella muestra de cómo se debe expresar un científico. Te felicito por ello, José Luis.

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    1. Gracias, Ender. Me alegro de haber acertado resumiendo así la discusión de la entrada.

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  3. Un par de cosas (estando en general de acuerdo con la entradsa).
    1. en el fondo, el problema es la "tesis de Duhem". Una contrastación empírica de una teoría T consiste en derivar una predicción empíricamente contrastable, E, a partir de T. Lo que ocurre es que para averiguar si E se cumple o no se cumple, normalmente tenemos que suponer ALGUNAS teorías (o "hipótesis", "auxiliares" o "adjuntas" o como queramos llamarlas) además de T; sean H estas teorías. Por lo tanto, el esquema (de una falsación, p.ej.) no es: T -> E; ¬E; luego ¬T; sino que es: T -> E; H -> ¬E; luego ¬T o ¬ H.
    La cuestión es, cuando esto ocurre, ¿qué hacemos?, ¿rechazamos T o rechazamos H? Y lo que pasa es que los CRITERIOS que podemos tener para tomar esa decisión se basan a su vez en otras HIPÓTESIS (además de en valores sobre las consecuencias prácticas -o cognitivas- de obtener unos resultados u otros). P.ej., hay procedimientos estadísticos para valorar si bien T o bien H tienen una mayor probabilidad de error, o algo así, pero a su vez la aplicación de esos procedimientos se basa en hipótesis sobre las distribuciones estadísticas subyacentes, o cosas así.
    Así que en el fondo todo conduce a la tesis de Popper, según la cual la aceptación de las teorías es CONVENCIONAL, pero eso no quiere decir que sea irracional, igual que las convenciones que hay en otros ámbitos de la vida no son irracionales por ser convenciones (algunas serán irracionales y otras no); lo importante es discutir QUÉ CONVENCIONES NOS PARECEN MEJOR (pe.j, qué criterios para decidir si rechazar la teoría que estamos contrastando o las hipótesis en las que se basa la observación).

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  4. 2. Muchas veces se interpreta lo de la "carga teórica" y los "paradigmas" de Kuhn como si implicara que cada teoría nos hace interpretar las observaciones empíricas DE TAL MODO que el resultado de la observación CONFIRMA la teoría. Pero eso es falso: aunque sea verdad que cada paradigma contiene procedimientos e hipótesis para permitirnos obtener datos empíricos (datos que, con otros procedimientos e hipótesis podrían ser distintos), eso no implica que los procedimientos empíricos "aprobados" por un paradigma conduzcan necesariamente a resultados empíricos CONSISTENTES con las hipótesis del paradigma. P.ej., los cálculos de la posición de Mercurio en el siglo XIX podían hacerse utilizando hipótesis que, en algunos casos, presupusieran la validez de la mecánica newtoniana, pero de todas formas, al final el resultado eran unos números que describían cierta trayectoria, y esa trayectoria podía (y de hecho era) incompatible con OTRAS suposiciones que se estaban haciendo sobre las masas de los cuerpos del sistema solar, etc.
    .
    Así que el hecho de que la observación esté "cargada de teoría" no significa en absoluto que no pueda llevar a la FALSACIÓN de las teorías DE las que está cargada.

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  5. Respuestas
    1. Acabo de leer tus comentarios. Por alguna razón se me pasaron en su momento. Gracias, son muy buenas puntualizaciones.

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  6. Hola amigos, conocen la frase "todo hecho está cargado de teoría" ? he estado haciendo un análisis crítico de ella, para poder dar cuenta del argumento o idea que se implica en dicho postulado. Podrían darme su análisis de esta frase? Para poder hacer contrastes y quizás agregar algo más que yo no ví.
    De antemano muchas gracias :)

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