martes, 21 de febrero de 2017

Los efectos de la incertidumbre en la economía (2)

Esta es la segunda parte de la versión en español de mi artículo de enero en Mapping Ignorance. Debe leerse la primera parte para entender esta

Para relacionar el índice de incertidumbre construido (EPU) con el comportamiento económico, los autores siguen un enfoque micro y otro macro. El enfoque micro aprovecha las diferencias en las empresas en su exposición a ciertos aspectos de las políticas públicas, principalmente compras de bienes y servicios, y usa datos del Registro Federal de Contratos y del gasto gubernamental. El estudio muestra que las empresas más dependientes del gasto del gobierno experimentaron mayor volatilidad en sus cotizaciones en bolsa cuando la incertidumbre política era alta y reducían sus tasas de inversión y las contrataciones cuando esta incertidumbre aumentaba. También se mostraba que las volatilidades más altas de las cotizaciones y las mayores caídas de inversión y empleo estaban correlacionadas con los picos de incertidumbre política, sirviendo como prueba de que la incertidumbre política (y no la incertidumbre en general) era la variable causal. Finalmente, también encuentran que las empresas en los sectores de defensa, salud y finanzas son especialmente vulnerables a la incertidumbre medida por su índice específico, lo que confirma el valor de estos índices.

Un ejemplo de la magnitud de la relación entre el índice de incertidumbre y las políticas es el siguiente. El índice EPU subió 85,6 puntos (lo que supone un crecimiento grande) entre 2006 y 2012. Para una empresa que vende el 25% de su producción al gobierno federal las estimaciones implican un descenso de la inversión de 0,68 puntos porcentuales, que es cerca de una sexta parte de la tasa de inversión mediana de estas empresas (el 4,2%). También implica una caída de la tasa de crecimiento del empleo anual de 4,6 puntos, también un efecto grande comparado con la tasa media de crecimiento anual de 3,4% para las empresas en la muestra.

El enfoque macro usa modelos econométricos estándar que explotan la variaciones en las series temporales del índice para cada uno de los 12 países en los que se calcula. Los resultados en EE.UU. indican que un cambio en el índice equivalente al crecimiento del índice desde 2006-06 a 2011-12 es el preludio de una disminución del 6% en la inversión bruta, 1,1% de la producción industrial y un 0,35% del empleo. El análisis de panel econométrico de los 12 países arroja resultados similares. Los resultados macroeconómicos están en consonancia con trabajos anteriores que se centraban en fuentes más específicas de incertidumbre, como la electoral.

Los autores consideran tres posibles interpretaciones de los resultados: (i) un cambio al alza en el índice se corresponde con un shock no previsto de incertidumbre política que causa un deterioro de los resultados macroeconómicos. (ii) Un cambio al alza en el índice está captando malas noticias en el panorama económico que no están bien reflejadas en otras variables de los modelos econométricos, y esas malas noticias causan un incremento en el índice, lo que provoca efectos perniciosos en la economía. Según esta interpretación, el EPU amplifica y propaga un impulso causal que se origina en otra parte. (iii) El índice EPU no desempeña ningún papel como impulso o como mecanismo de propagación; en lugar de ello simplemente actúa como un resumen estadístico útil para recoger información que no se encuentra en otras variables del modelo. Puesto que la tercera interpretación es difícil de reconciliar con los resultados del enfoque micro los autores proponen que la incertidumbre política tiene efectos causales negativos según una de las dos primeras interpretaciones. Es también interesante anotar que los resultados econométricos pueden infravalorar la importancia de los shocks de la incertidumbre de las políticas, incluso en la primera interpretación, puesto que otras variables del modelo pueden responder a las noticias sobre la incertidumbre futura antes de que se recojan en el índice EPU.

En un nivel más profundo el papel causal de la incertidumbre en las decisiones políticas es potencialmente sutil. Instituciones y regímenes de decisión política sólidos generan respuestas predecibles, incluso frente a grandes shocks negativos. De esta manera, buenas instituciones y mecanismos de decisión reducen el alcance de las distintas políticas para ser fuente de incertidumbre o, a través de decisiones inciertas, amplificar y propagar los efectos de otros shocks.

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sábado, 18 de febrero de 2017

Los efectos de la incertidumbre en la economía (1)

Esta es la primera parte de la versión en español de mi artículo de enero en Mapping Ignorance.

Este artículo resume el trabajo de Baker, Bloom y Davis (2016) [1] publicado en el último número del Quarterly Journal of Economics.


A la economía no le gusta la incertidumbre. O así dice una frase repetida a menudo por los agentes económicos. El análisis económico ha formalizado esta idea al menos desde los trabajos teóricos de Friedman (1968) [2] y Bernake (1983) [3]. Estos y otros autores encuentran efectos dañinos en el crecimiento y la inversión de la incertidumbre en las políticas monetarias, fiscales y regulatorias. Las fuentes de incertidumbre no se limitan a las políticas gubernamentales; el precio del petróleo, la amenaza de guerra o la inestabilidad política también generan incentivos para que las empresas retrasen sus decisiones de inversión y contratación, y también para que los hogares recorten el gasto como medida de precaución. Cuando la incertidumbre desaparece también lo hacen estas decisiones cautelares. Sin embargo los modelos económicos, incluyendo los más modernos, encuentran efectos negativos y relaciones entre la incertidumbre política y la volatilidad de los mercados de valores, entre otros efectos, de manera que la reversión de las decisiones no contrarresta por completo el primer efecto negativo. La literatura empírica sobre este tema es bastante reciente. Por ejemplo, Julio y Yook (2012) [4] encuentran que la inversión cae cuando hay elecciones generales, Durney (2010) [5] encuentra que las inversiones empresariales responden menos a las cotizaciones bursátiles en años electorales, Brogaard y Detzel (2015) [6], que la incertidumbre política reduce los rendimientos de los activos, y Handley y Limao (2015) [7] muestran que la incertidumbre en la política comercial retrasa la entrada de empresas.

Baker et al. (2016) [1] presentan un trabajo más ambicioso. Primero desarrollan un índice de incertidumbre económica que no es específico para una forma de incertidumbre, y a continuación muestran evidencias de que cómo los resultados a nivel de empresa y agregados evolucionan en los picos de incertidumbre política.

Los autores construyen el índice de incertidumbre política (EPU, según sus siglas en inglés) para los años 1985 y posteriores en los EE.UU. Para ello miden la frecuencia con la que grupos de palabras clave aparecen en los periódicos (por ejemplo, buscan artículos que contienen la palabra “economía”, “incertidumbre” y alguna de las palabras “Congreso”, “déficit” y alguna otra). El índice se extiende hacia atrás en el tiempo usando los archivos de los seis mayores periódicos y con él destacan el Gold Standard Act de 1900, los comienzos de las guerras más importantes, la conferencia de Versalles, la introducción de las nuevas y más importantes medidas de los presidentes Hoover y Roosevelt, las elecciones presidenciales más reñidas, los ataques terroristas del 11/9 y los debates sobre el techo de deuda, entre otros acontecimientos. El índice también muestra una tendencia al alza desde los años 60. Con una metodología similar también construyen índices para otros 11 países. Finalmente, los autores desarrollan índices para categorías de políticas específicas en los EE.UU. usando criterios más restrictivos de búsqueda, como seleccionando “salud”, “cuidados sanitarios” y “hospital” como palabras clave adicionales para centrarse en la incertidumbre en el sector sanitario.

Para comprobar la robustez de los índices, primero se contrastan con los índices ya existentes cuando estos se aplican y también con otras medidas de incertidumbre política. También comprueban que si índice está sesgado hacia periódicos de izquierda o derecha las diferencias serían, en todo caso, pequeñas. Una última prueba compara el índice desarrollado automáticamente con un índice generado por inspección humana de 12.000 artículos seleccionados aleatoriamente entre los periódicos más importantes. Se encuentra una gran correlación entre los dos índices y las pequeñas discrepancias no están correlacionadas con el crecimiento del PIB ni con los niveles del EPU.

(Continúa aquí).

Referencias

1. Baker, S.; Bloom, N., y Davis, S. 2016. Measuring economic policy uncertainty. Quarterly Journal of Economics 131:4, 1593-1636.

2. Friedman, M. 1968. The Role of Monetary Policy. American Economic Review 58, 1–17.

3. Bernanke, B.S. 1983. Irreversibility, Uncertainty and Cyclical Investment. Quarterly Journal of Economics 97, 85–106.

4. Julio, B., y Yook, Y. 2012. Political Uncertainty and Corporate Investment Cycles. Journal of Finance 67, 45–83.

5. Durnev, A. 2010. The Real Effects of Political Uncertainty: Elections and Investment Sensitivity to Stock Prices. Working paper, McGill University.

6. Brogaard, J., and Detzel, A. 2015. The Asset Pricing Implications of Government Economic Policy Uncertainty. Management Science 61, 3–18.

7. Handley, K., and Limao, N. 2015. Trade and Investment under Policy Uncertainty: Theory and Firm Evidence. American Economic Journal: Policy 7, 189–222.

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sábado, 11 de febrero de 2017

Escépticos en el pub. La sociología radical de la ciencia: un cordero con piel de lobo

Contamos esta vez con Jesús Zamora Bonilla (@jzamorabonilla), catedrático de Filosofía de la Ciencia y decano de la Facultad de Filosofía de la UNED, que nos hablará de la sociología radical de la ciencia, especialmente de Bruno Latour y David Bloor, en su charla "La sociologia radical de la ciencia: un cordero con piel de lobo".

Tradicionalmente, la sociología de la ciencia, desde los trabajos de Robert K. Merton, se ha ocupado de estudiar los aspectos sociales externos de la actividad científica y de la producción del conocimiento. Sin embargo, desde los años setenta ha ido cobrando fuerza un enfoque diferente que, bajo el epígrafe de 'sociología radical del conocimiento', ha trasladado el centro de atención al condicionamiento social de los propios productos y contenidos del quehacer científico. Dos ejemplos de este polémico enfoque son la sociología fuerte del conocimiento científico, encabezada por David Bloor, y el análisis etnometodológico, representado principalmente por Bruno Latour.


Jesús Zamora dirige desde hace años el Posgrado de Periodismo Científico y Divulgación Científica de la UNED y fue el creador de DivulgaUNED, una excelente plataforma de divulgación. Entre 2007 y 2014 escribió "A bordo del Otto Neurath", un blog sobre ciencia, filosofía, religión, política, economía, educación, libros, cultura y humor, cuyas mejores entradas se han publicado en forma de libro. Actualmente, escribe en su nuevo blog "Escritos sobre gustos".

Autor de una decena de ensayos filosóficos (el último, "Sacando consecuencias: una filosofía para el siglo XXI") y de numerosos artículos de investigación, también se ha adentrado en la novela con "Regalo de Reyes" y se asoma también a los medios de comunicación generalistas. Jesús Zamora ha intervenido en otras dos ocasiones en Escépticos en el Pub: en 2010 trató los criterios de discusión con los defensores del diseño inteligente y su charla de 2014 se tituló “El Evangelio y el Corán: entre el mito y el documento histórico”. Cuando vengáis el sábado 11 de febrero a escuchar su charla sobre sociología radical de la ciencia, entenderéis por qué nos gusta tanto invitarle a Escépticos en el Pub de Madrid.

Como siempre, la entrada es libre y gratuita. Durante la realización de esta actividad cultural está permitida la presencia de menores de 18 años, siempre que no consuman bebidas alcohólicas, y de los menores de 16 años si están acompañados por uno de sus padres o tutor. Os esperamos en el Moe Club, en Alberto Alcocer 32 el sábado 11 de febrero a las 19:00.

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miércoles, 8 de febrero de 2017

Un artículo censurado en el Instituto Superior de Estudios Psicológicos

Como ya he hecho en alguna otra ocasión (aquí y aquí), cedo el espacio de mi blog para dar difusión a un artículo publicado en un medio que se ha retirado no por ser falso o inducir a la violencia (causas legítimas), sino por las presiones de un grupo que tiene en una peligrosa pseudociencia su chiringuito.

El artículo en cuestión estaba escrito por Carlos Sanz Andrea en la página web del Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP): aquí, y trataba de las disparatadas y peligrosas terapias de las sectas en torno a la BioNeuroEmoción, para quienes, saltándose todo el conocimiento médico y biológico, las enfermedades tienen un origen emocional. No hay ninguna explicación de la retirada del artículo por parte del ISEP en su página, solo ha habido un tuit en el que escuetamente se dice que se han visto en la obligación de retirar el artículo. La página que se enlaza en el tuit, que acusa al artículo de contener información falsa ya no está. A ese tuit se ha contestado por varias personas (se puede ver aquí). Se puede leer en otros blogs, por ejemplo aquí, o aquí, con un interesante prólogo, y ahora también en el mío.


LAS SECTAS QUE VIENEN: BioNeuroEmoción

por: Carlos Sanz Andrea

El fenómeno sectario no es algo novedoso, todas las personas tienen más o menos una idea general de por qué hay que evitar a estos grupos coercitivos y existe amplio material procedente de la Psicología Social analizando las pautas que los caracterizan. Pero resulta necesario añadir que este fenómeno ha sufrido una lógica evolución a lo largo de los siglos, aun manteniendo sus características principales, las cuales siguen siendo hoy en día bastante claras y discernibles. Someramente podrían definirse las sectas como un movimiento totalitario, presentado bajo la forma de asociación o grupo religioso, cultural, etc. que exige una absoluta devoción o dedicación de sus miembros a alguna persona o idea, empleando técnicas de manipulación, persuasión y control destinadas a conseguir los objetivos del líder del grupo, provocando en sus adeptos una total dependencia del grupo, en detrimento de su entorno familiar y social (Rodríguez Caballería 1992).

Hoy día, sin embargo, existen y se están creando muchos grupos que, aun sin cumplir las características clásicas de secta tal como la categoriza y estudia la Psicología Social, poseen los suficientes puntos en común como para entrar en la categoría de lo que se ha dado en llamar en ingles Large Group awareness Trainings o “programa de concientización de grupos grandes” (Margaret Singer 1995,2003 y Langone 1998). Hasta que sea completamente validada esta nueva denominación nos permite encuadrar de manera provisional a muchos de los nuevos grupos emergentes que no entran en las categorizaciones clásicas y que, sin embargo, producen efectos perjudiciales en sus seguidores, tales como el coaching coercitivo por ejemplo. Estos grupos se muestran más lejanos del prototipo clásico de los movimientos sectarios a los que estaba acostumbrada la sociedad en el siglo XX, más vinculados a movimientos religiosos, políticos o paranormales, como las sectas dirigidas por Jim Jones o el Heavens Gate (ambas terminadas en sendos suicidios colectivos). Ahora bien, en lo que concierne al ámbito de la salud mental, en las últimas décadas nuestra sociedad ha asistido a la creación de un autentico psicomercado, donde se ofrecen una amplia gama de formas de ayuda psicológica o pseudopsicologica disponibles fuera del ámbito de la psicología profesional y fuera del campo de la red de salud mental pública en ámbitos como el asesoramiento, la orientación y el desarrollo personal (Enquete Commission 1998).

El núcleo de estos movimientos cuando se mueven en el ámbito de la salud es atribuir a las enfermedades físicas puntuales, hereditarias o degenerativas, independientemente de su gravedad, pronóstico o curso a una causa emocional, pero entendida esta de forma completamente causal, siguiendo una falacia de afirmación del consecuente del tipo si A entonces B, B entonces A (ejemplo: Si conflicto de pareja entonces cáncer, si es cáncer entonces conflicto de pareja), dando aplicación a esto mediante interpretaciones idiosincrásicas sobre trastornos de índole psicológica o médica, como la sintomatología ansiosa o depresiva, a respuestas inmunitarias como las alergias o trastornos metabólicos como la diabetes, ignorando la literatura médica y psicológica existente y fomentando interpretaciones ingenuas de la enfermedad o del problema, de forma que se termina depositando toda la responsabilidad del padecimiento y de la curación en la persona afectada por esta. Esta falacia produce un doble efecto en el sujeto, que puede resultar psicológicamente devastador ya que puede tratarse de personas que están en un estado de vulnerabilidad debido a la recepción de algún diagnostico de gravedad. Al cabo de un proceso de indoctrinación pueden llegar a percibir en este argumento falaz la posibilidad de liberarse de una molestia crónica, prescindir de supervisión medica o de esquivar los posibles efectos secundarios de una medicación o procedimiento quirúrgico no deseado.

Esta relación causal directa que promueve el origen emocional de la enfermedad es cualitativa y cuantitativamente distinta de la aproximación de la Psicología al ámbito de la salud. Esta, como sabemos, admite la interrelación mente-cuerpo a través de los efectos de señales químicas y eléctricas hormonas, neurotransmisores, etc., y no niega el importante papel que juegan los factores psicológicos en prácticamente todas las enfermedades o trastornos que pueda sufrir una persona. Pero no por ello afirma que al tratar exitosamente el problema o trastorno ello conlleve por necesidad curación de enfermedades físicas como promueven estos grupos; generalmente estos la sugerirán de forma indirecta al principio, citando casos anecdóticos y ejemplos no falseables ni supervisados, no sometidos al método científico, por tanto, y posteriormente, lo irán afirmando de forma más determinante conforme se va progresando en sus filas. El paso siguiente suele ser la proposición de una terapia u/o método para alcanzar este objetivo, generalmente descubierta o recibida en inspiración por el líder del grupo, o bien tomada y adaptada de alguna fuente anterior, resultando este un punto básico de la constitución de los grupos coercitivos, los cuales dirigen muchos recursos a mostrarse como grupos exclusivos con capacidades únicas, e intentaran dejar claro que la satisfacción de las necesidades que busca el adepto (curación, salvación, despertar, etc.) solo podrán conseguirse dentro de su grupo, no existirán otras formas alternativas de conseguir dichos fines (José Miguel Cuevas Barranquero, 2006). Los demás grupos, profesionales o no, son tildados de farsantes o bien de inferiores. En los casos más paranoides estos grupos externos son denunciados como parte de una conspiración para evitar el progreso del grupo propio u ocultar “la verdad”. Las industrias farmacéuticas, instituciones gubernamentales y los propios profesionales médicos y psicológicos son victimas a menudo de denuncias, ataques y acusaciones de este estilo.

Para ilustrar un ejemplo de lo anterior, tomaremos en este articulo a uno de los grupos que cuenta en la actualidad con uno de los mayores porcentajes de crecimiento en España y que supone un ejemplo casi perfecto de lo anterior. Su líder y fundador fue el psicólogo Enric Corbera del cual el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña manifestó en el mes de febrero del 2014 su desvinculación cuando este o cualquier otro colegiado realice estas actividades. Tal como manifiesto en su nota informativa “a consecuencia de la creciente inquietud que diversos colegiados han trasmitido a esta institución, y la recepción de diversas quejas presentadas por ciudadanos en relación al supuesto modelo explicativo de la enfermedad denominado bioneuroemocion… el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña en cumplimiento de las funciones sociales que le impone la ley y sus estatutos se ve en la necesidad de hacer público su posicionamiento, y manifestar que… no considera que este modelo y las prácticas derivadas de este cuenten con aval y garantía suficiente para ser definidos y situados en los estándares científicos y de calidad propios de la practica psicológica” (extractos del texto del Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña publicado en su portal de Internet).

La Bioneuroemoción que se define a si misma como un método de consulta humanista, es resultado de la fusión de varios movimientos anteriores, cuatro principalmente: la Nueva Medicina Germánica de Ryke Geerd Hamer, la llamada Biología total de Claude Sabbah, discípulo del anterior, las constelaciones familiares de Bert Hellinger que se usan para encontrar causas emocionales de la enfermedad en los antepasados del sujeto en caso de que el sujeto no sea capaz de “encontrar la causa en su vida actual” (transgeneracional), y frases tomadas del ya clásico libro canalizado por la psicóloga neoyorquina Helen Schucman, titulado Un Curso de Milagros (1975), el cual escribió al dictado de una voz en su cabeza que identificaba como Jesús. También dice contar con aportaciones que, por supuesto, son malinterpretadas, malentendidas y mal explicadas de la epigenética y de la física cuántica, degenerando esta última más bien en algo más aproximado al misticismo cuántico que a posturas aceptadas por la física científica y realizando declaraciones realmente distorsionadas respecto a la mecánica cuántica. Todos estos movimientos e influencias son usados en mayor o menor medida para generar una mezcolanza que cristaliza en la llamada Bioneuroemoción.

A pesar de todos los avisos de la comunidad científica sobre de estas actividades el movimiento se extiende de forma exponencial, mediante libros, vídeos de las conferencias colgados en plataformas, la creación de un Instituto en Bioneuroemoción, una Asociación de Bioneuroemoción e incluso dos convenios firmados con universidades en México (Universidad Iberoamericana Torreón) y Argentina (Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario), así como colaboraciones con periodistas que le prestan su apoyo a Corbera, como en el libro recientemente publicado titulado “No soy de este mundo” (Gaspar Hernández Burgos, 2016). Basta con levantar las solapas de este para leer un ejemplo dramático de la culpabilización que se realiza de la victima señalada en párrafos anteriores. Y es que, a pesar de todo ello, la Bioneuroemocion sigue ganando adeptos defendiendo, por ejemplo, procedimientos que incrementan el aislamiento, así como una la interpretación intensa y continuada de los problemas del cliente como algo causado por la familia, amigos o la pareja, y recomendando el distanciamiento de estas personas. Como bien señala el psicólogo Miguel Perlado, experto en prevención y extracción sectaria, para cumplir fielmente la famosa “cuarentena” que pauta la Bioneuroemoción (en este caso mediante la prescripción de tiempos de aislamiento a sus adeptos de noventa días de aislamiento prescritos con la excusa de que es “sanador” para el sujeto desvincularse de la familia) hay que señalar que probablemente ya se tiene que haber dado un cambio de personalidad muy marcado, produciéndose la clásica desestructuración de la personalidad previa del adepto (Pepe Rodríguez 1997,2000); asimismo se da un intenso proselitismo mediante la formación de “acompañantes en Bioneuroemoción” (personas adeptas que pregonan el método ideado por Corbera, los cuales toman cursos de miles de euros y actúan convencidos de la validez de la doctrina dictada por este). De este modo se perpetúa el modelo piramidal ya que les propondrán que tomen cursos para ser maestros y, luego, les pagarán para que den clases a nuevos integrantes, de este modo el dinero saldrá y entrará al mismo lugar (Miguel Perlado, Hemerosectas 2013). Esto conllevará, de forma inevitable y debido a la temática que toca la Bioneuroemoción (enfermedades físicas y trastornos psicológicos y sus presuntas causas) a incidencias de intrusismo profesional al carecer de los correspondientes títulos que otorgan dichas competencias. Por ello, al parecer, se opta por esta denominación de acompañante que no de terapeuta.

En vista de todo lo anterior, hoy más que nunca resulta necesario, respetando siempre la libre voluntad de expresión, de creencias y de elección de las personas, informar y priorizar intervenciones basadas en métodos suficientemente contrastados y, recordar que el ejercicio de la profesión no debe ser mezclado, ni en la práctica, ni en su presentación pública, con otros procedimientos y prácticas ajenos al fundamento científico de la psicología (Art.17 Código Deontológico del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos). Y, en este sentido, merece la pena hacerse eco de las declaraciones de Miguel Perlado, proféticas ante la infiltración de los grupos sectarios en los ámbitos de salud mental: “lo que está en juego no es tan solo nuestra credibilidad como profesionales, sino también la misma salud mental de las personas afectadas por estas practicas abusivas”.

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lunes, 6 de febrero de 2017

Los efectos de la inmigración en el país de acogida (2)

Esta es la segunda parte de la traducción de mi artículo de diciembre de Mapping Ignorance. Debe leerse la primera para poder entenderla.


La evidencia empírica

Para los estudios empíricos que se centran en las habilidades y en la estructura, una buena opción es dividir a los trabajadores según la educación y simular una economía de equilibrio general para estimar los efectos de los trabajadores inmigrantes. Esto es mejor que la alternativa de usar un análisis de equilibrio parcial (centrándose en un tipo de trabajador cada vez), puesto que se tienen en cuenta los efectos cruzados entre grupos. Ottaviano y Peri (2012) [7] analizan el efecto para 1990–2006, y encuentran un impacto positivo de entre 0,3 y 0,6 puntos porcentuales en los salarios de los trabajadores nativos sin educación universitaria, y entre 0,3 y 1,3 puntos para los que sí tienen esa educación.

Cuando la atención se centra en los ajustes y en la identificación, la estrategia en el análisis es identificar dos ciudades (o dos grupos de ciudades), una en la que ya hay inmigrantes de la misma nacionalidad de los nuevos y otra sin ellos. Los inmigrantes tienden a ir a la primera por otras razones además de la económica, de manera que se pueden estudiar diferencias entre las dos ciudades para calcular los efectos de la inmigración. Ottaviano y Peri (2006) [8] estiman un efecto positivo significativo de la inmigración en la productividad del trabajo, especialmente si los inmigrantes vienen de varios países de origen. Estos estudios observan algunas especificidades europeas: hay pequeños efectos en los salarios y posiblemente algún efecto negativo en el empleo de los nativos y una menor respuesta en la especialización de los nativos (por ejemplo, D’Amuri y Peri 2014 [9], y Glitz 2012 [10]), tal vez debido a una menor flexibilidad del trabajo. Parece haber una cierta “degradación en la habilidad” de los inmigrantes según la cual los trabajadores con un nivel relativamente alto de educación terminan realizando trabajos comparables a los que realizan nativos con menos educación. Este es debido posiblemente a barreras idiomáticas, de obtención de licencia y a requisitos legales.

Se obtiene otra fuente de datos cuando a una región llega un repentino flujo de inmigrantes por causas ajenas a las circunstancias económicas de la región de acogida. Esto ocurre, por ejemplo, cuando una ciudad, provincia o estado recibe un gran número de refugiados. (En unas entradas anteriores, aquí y aquí, se mencionaban algunos casos). Aunque Peri (2016) [1] encuentra que estos datos son poco fiables, los casos mejor estudiados muestran un efecto positivo en los salarios de los nativos. Esto es cierto para el “éxodo del Mariel” de cubanos hacia EE.UU. y para la llegada a Dinamarca de refugiados de las zonas de guerra en Bosnia, Somalia, Afganistán e Irak. De acuerdo con la hipótesis antes mencionada, la explicación para este incremento en los salarios es que los trabajadores nativos con menos habilidades hicieron una transición hacia ocupaciones menos manuales y más complejas (intensivas en conocimiento y cognición) como respuesta a la llegada de refugiados, quienes se especializaron en trabajos manuales.

Líneas de investigación prometedoras
  • La experiencia ganada con los últimos estudios empíricos sobre los efectos de los inmigrantes en los mercados de trabajo sugieren tres líneas de investigación:
  • Prestar mayor atención a los detalles de las políticas de inmigración.
  • Explotar las diferencias en la flexibilidad de los distintos mercados de trabajo europeos y en las distintas políticas e instituciones.
  • Estudiar la todavía no bien entendida conexión entre los inmigrantes de altas habilidades y el progreso científico y técnico.
Referencias

1. Peri, G. 2016. Immigrants, Productivity, and Labor Markets. Journal of Economic Perspectives 30:4, 3-30.

7. Ottaviano, G.I.P., y Peri, G. 2012. Rethinking the Effect of Immigration on Wages. Journal of the European Economic Association 10:1 152–97.

8. Ottaviano, G.I.P., and Peri, G. 2006. The Economic Value of Cultural Diversity: Evidence from US Cities. Journal of Economic Geography 6:1, 9–44.

9. D’Amuri, F., y Peri, G.. 2014. Immigration, Jobs, and Employment Protection: Evidence from Europe Before and During the Great Recession. Journal of the European Economic Association 12:2, 432–64.


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viernes, 3 de febrero de 2017

Los efectos de la inmigración en el país de acogida (1)

Esta es la primera parte de la versión en español de mi artículo de diciembre en Mapping Ignorance.


He aquí una visión súper simplificada de la inmigración: un número sustancial de trabajadores poco cualificados entran en el mercado de trabajo, causando un desplazamiento de la oferta de trabajo hacia la derecha (los trabajadores son oferentes de trabajo), y cambiando el equilibrio prevaleciente a otro con salarios menores. Este no tiene que ser el caso. Los inmigrantes también son empresarios y aumentarán la demanda de trabajo, y los trabajadores cualificados pueden añadir capital humano del país receptor y crear complementariedades con los trabajadores nativos. En esta entrada resumo un reciente artículo de Giovanni Peri (2016) [1] (a menudo con sus propias palabras) que repasa los estudios sobre inmigración y que tiene en cuenta todas estas complicaciones.


Los hechos relacionados con la inmigración en EE.UU., Europa occidental, Canadá y Australia no siguen los estereotipos. En estas regiones desarrolladas ha habido un crecimiento similar de los nacidos en el extranjero como proporción de la población, con un crecimiento del 8-9 puntos porcentuales de la población entre los años 1960 y 2015, que supone un 0,2 por ciento por año. Desde 1990 la mayoría de los inmigrantes provienen de países no ricos que no son los más pobres de su respectiva región. La emigración hacia los países de ingresos altos se describe mejor como una fase del desarrollo económico de un país más que como válvula de escape de los países más pobres (Clemens 2014 [2]). Sin embargo, el factor más llamativo de la inmigración es que la composición de los inmigrantes tiende a ser más educada no ya relativa al país de origen, sino también relativa al país de destino (Docquier y Marfouk 2004 [3], Docquier, Lohest, y Marfouk 2005 [4]). La razón más probable para este hecho es que los beneficios de la emigración son mayores para esos individuos. Finalmente, los inmigrantes tienden a localizarse en ciudades, donde podrían estar contribuyendo a la aglomeración de capital humano y a las externalidades derivadas de la densidad.

Para analizar los efectos de los inmigrantes en el país anfitrión, sería útil considerar grupos separados según sus destrezas. Una primera y relevante cuestión es considerar individuos con educación universitaria y sin ella. En los EE.UU. el influjo de inmigrantes ha sido equilibrado entre estos dos grupos. En 2014 el porcentaje de extranjeros entre los trabajadores americanos con y sin un título universitario era de 16,1 y 16,9 respectivamente. Estos hechos tienen dos implicaciones. Primero, debido a la similar composición de los dos grupos, la inmigración no ha podido influir mucho en los salarios relativos. Segundo, como la inmigración es constante y estable, el capital se ha podido adaptar fácilmente (como lo hace ante aumentos estables en el crecimiento de la población), de manera que los salarios absolutos deberían haberse mantenido estables como respuesta a la inmigración.

Hay una distinción más detallada que separa el grupo de no universitarios en subgrupos, dependiendo de la realización de tareas manuales o no manuales. Ahora sí encontramos diferencias relevantes entre la composición de los subgrupos, con un porcentaje de extranjeros de 32 y 18 en los subgrupos con más y con menos tareas manuales, respectivamente. Los trabajadores universitarios, por otra parte, pueden separarse entre aquellos que realizan tareas matemático-analíticas, donde se concentran los inmigrantes, y aquellos que realizan tareas de comunicación y gestión. Teóricamente estas diferencias en composición implican que los salarios en los trabajos con tareas manuales y en las analítico-matemáticas deberían decrecer, mientras que, a través de complementariedades, podrían también generar un incremento de los salarios de las ocupaciones no manuales y no matemático-analíticos, que beneficiarían en mayor medida a los trabajadores nativos. Las habilidades manuales son transferibles entre países, mientras que las habilidades de comunicación son más difíciles de transferir, especialmente si el idioma es distinto. Para los emigrantes con educación universitaria, transferir conocimientos analíticos entre países es más fácil que transferir las habilidades de gestión y comunicación, que son más específicas a la cultura de cada país.

Un implicación adicional de las diferencias y complementariedades anteriormente señaladas es que los trabajadores nativos se desplazan de las tareas que realizan los inmigrantes hacia aquellas que las complementan, bien cambiando la educación que eligen, bien moviéndose a ocupaciones que se especializan en habilidades para los que los trabajadores nativos tienen ventaja comparativa. Este movimiento a su vez aumenta las complementariedades y reducen la competición entre inmigrantes y nativos (Peri y Sparber 2009 [5] estudian el efecto para los trabajadores no universitarios y Peri y Sparber 2011 [6] hacen lo mismo para los universitarios). Estos movimientos no son las únicas posibilidades, puesto que los trabajadores nativos también pueden reaccionar con movilidad geográfica o con ajustes dentro de la empresa.

(Continúa aquí).

Referencias

1. Peri, G. 2016. Immigrants, Productivity, and Labor Markets. Journal of Economic Perspectives 30:4, 3-30. 

2. Clemens, M.A. 2014. Does Development Reduce Migration? IZA Discussion Papers 8592, Institute for the Study of Labor (IZA). 

3. Docquier, F., y Marfouk, A. 2004. Measuring the International Mobility of Skilled Workers (1990–2000): Release 1.0. Policy Research Working Paper 3381, World Bank. 

4. Docquier, F; Lohest, O., y Marfouk, A. 2005. Brain Drain in Developing Regions (1990–2000). IZA Discussion Papers 1668, Institute for the Study of Labor (IZA). 

5. Peri, G, and Sparber, C. 2009. Task Specialization, Immigration, and Wages. American Economic Journal: Applied Economics 1:3, 135–69.

6. Peri, G., y Sparber, C. 2011. Assessing Inherent Model Bias: An Application to Native Displacement in Response to Immigration. Journal of Urban Economics 69:1, 82–91.

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Hace cinco años en el blog: Extrañas finanzas en el primer ESkepticamp.
Hace tres años en el blog: La vida en las barriadas de chabolas. ¿Oportunidad o trampa de la pobreza? (1)
Y también: La vida en las barriadas de chabolas. ¿Oportunidad o trampa de la pobreza? (2)
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