martes, 6 de junio de 2017

En cuestión de sexos, más datos y menos ideología


Hay quien cree que las mujeres tienen menos tendencia a decantarse por algunas carreras que por otras, o que son los hombres quienes tienen esa tendencia. Hay quien piensa que, de ser cierto la anterior, la tendencia por fuerza tiene que ser social y no genética. ¿Hay razones tras esas creencias? Una mirada casual a la proporción de hombres y mujeres en las distintas carreras parece indicar que hay, efectivamente, distintas preferencias entre sexos. El hecho de que las mujeres hayan entrado en otras carreras antes también acaparadas por hombres parece dar fuerza a la creencia de que las preferencias innatas pueden no estar explicando el fenómeno observado y que tienen que haber sido moldeadas socialmente. Sin embargo, estas justificaciones de las creencias no están bien fundamentadas. Hay múltiples hipótesis que podrían explicar los datos. Hagamos una lista:
  1. Las mujeres tienen menos inclinación por esas carreras por causa genética.
  2. Las mujeres tienen menos inclinación por esas carreras por causa social.
  3. Las circunstancias específicas en esas carreras implican una dinámica más lenta en la presencia de mujeres que en otras antaño también dominadas por hombres.
  4. Las mujeres aprecian igual que los hombres cada carrera, pero ni a hombres no a mujeres les gusta demasiado estar en minoría (modelo de segregación de Schellling).
Que yo sepa, ninguna de estas hipótesis (ni otras posibles) está probada ni descartada. Proponerlas como líneas de investigación no es machista ni deja de serlo, aceptar alguna de ellas sin estar probada sí puede serlo. P.e., no aceptaremos sin más que a las mujeres les gusta la ingeniería menos que a los hombres solo porque satisfaga la intuición de alguien y porque una mala mirada a los datos así parezca decirlo. Tampoco rechazaremos sin más que haya una diferencia de gustos innata solo porque choca con la intuición de alguien, normalmente porque piensa que la diferencia innata justificaría la discriminación por sexo o, alternativamente, porque haría más difícil igualar la presencia de hombres y mujeres en las distintas carreras que si la diferencia de preferencias tuviera un origen social. Ninguna de las dos cosas se seguiría de ese dato. Lo que necesitamos para dar con la explicación adecuada no es la idea preconcebida de ninguna ideología, sino datos que todavía no tenemos.

Mientras llegan los datos –y pueden tardar mucho en llegar- no debemos dar por buena ninguna hipótesis y actuar en la dirección de menor daño o de más probable beneficio, y yo creo que esta es la de animar a hombres y mujeres a que acudan a las carreras en las que están menos representados.

Cambiemos de tercio y observemos que hay quien piensa que los hombres tienden a interrumpir a las mujeres (manterrumping) o a despatarrarse en el transporte público (manspreading) o a explicar cosas a las mujeres condescendientemente (mansplaining). ¿Están bien fundamentadas estas creencias o pasa como en el caso anterior de las distintas hipótesis sobre la presencia de hombres y mujeres en distintas carreras? ¿Hay algo más que la intuición de alguna ideología? La hipótesis de los distintos gustos entre hombres y mujeres tenía los datos de mayor presencia de uno de los sexos en distintas carreras y ya hemos visto que, incluso existiendo este dato, no es suficiente para aceptar la hipótesis. En los casos de manterrumpting, manspreading y mansplaining, ¿tenemos siquiera esos datos? Yo no los he visto, solo he leído relatos anecdóticos que se refieren como generales, representativos o, por lo menos, como de mayor ocurrencia entre hombres que entre mujeres. No sé si esas cosas ocurren, sino que no se ofrecen los datos.
Por ejemplo, para mostrar el manterrumping, se ofrecen debates entre hombres y mujeres (por ejemplo, entre Clinton y Trump) y se cuenta que Trump interrumpió a Clinton muchas más veces que al contrario. El dato es cierto, pero no sabemos si es general. Habría que hacer, por lo menos, tres cosas más para comprobarlo: (i) que esto ocurre cuando se toma una muestra aleatoria de debates, (ii) que los hombres interrumpen más a las mujeres que a otros hombres y (iii) que las mujeres no se interrumpen más entre ellas que lo que interrumpen a los hombres. Por ejemplo, si (ii) no se da, ¿en qué queda el manterrumping? Será cierto que los hombres interrumpen más, pero no que discriminen por sexo en la interrupción. Algo parecido podríamos pedir a los datos que apoyen el mansplaining. En el caso del manspreading. ¿Alguien se ha puesto a contar qué porcentaje de hombres ocupan más sitio del que deben y lo ha comparado con el de las mujeres? ¿Ocurre siempre o solo cuando hay asientos vacíos? ¿De cuanto sitio ocupado estamos hablando? ¿Se mantiene la diferencia si se controla por el tamaño de la persona o alguna otra circunstancia? Si ocurre, ¿se debe a un deseo de acaparar espacio o hay razones anatómicas?

Yo no tengo ni idea de si estas cosas ocurren y en alguna de ellas tengo curiosidad por saber si es cierta o no. Sobre lo que sí tengo idea es que, mientras lleguen los datos, igual que hacíamos antes, trabajemos sobre la hipótesis de menos daño, aquella que no supone una diferencia donde no sabemos si la hay.

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Hace tres años en el blog: Los mitos de la razón. El Homúnculo y el Fantasma en la Máquina.
Y también: Salud y República.
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5 comentarios:

  1. Hay ese experimento anecdótico en que unos actores encarnan en un debate a Trump y Clinton, pero Trump es una actiz y Clinton un actor.
    http://www.nyu.edu/about/news-publications/news/2017/march/trump-clinton-debates-gender-reversal.html

    Los investigadores esperan que el comportamiento de Trump en una mujer sea muy mal visto por los espectadores pero sorprendentemente lo ven de forma mas positiva a al Trump auténtico, tanto por hombres como por mujeres.

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    1. Gracias por la referencia. Interesante, pero no sé cómo tomarlo.

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  2. interumpir a mujeres por parte d hombres es algo qe se ve todos ls dias en ls debates d la 6ªTV

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    1. No digo que no. Digo que no hay un estudio que recoja esos datos de manera insesgada y que permita un análisis. Sin eso estaremos aventurando hechos y diagnósticos sin base.

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  3. Hola José!!! Cómo estás? El tema de "manterrupting" es visto brevemente en el libro "50 mitos de la psicología" de Scott Lilienfeld y otros colaboradores. Es el mito #29, sobre las supuestas diferencias de comunicación entre mujeres y hombres. Copio lo que dice el libro:
    "Do men interrupt others much more often than women? Yes, although across 53 studies of gender differences in conversations, Hyde (2005) again found the difference to be at most small in size, a Cohen’s d of .15. Even this difference is hard to interpret, because research suggests that interruptions and turn-taking in conversation are partly a function of social status. In studies in which women are in charge, women tend to interrupt more often, take more turns, and talk longer than men (Aries, 1996; Barnett & Rivers, 2004)."

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