sábado, 14 de febrero de 2015

El papel del Gobierno en la financiación del sistema de salud (y 4)

Esta es la segunda parte de la versión en español de mi artículo de enero en Mapping Ignorance, que a su vez es la continuación del artículo de diciembre también en Mapping Ignorance. Debe leerse el artículo de diciembre (traducido en dos partes, aquí y aquí, en este blog) y la primera parte del de enero para entender esta entrada. Toda la serie resume el artículo de Stabile y Thomson (2014) [1].
5. Evaluación económica

Varios países han adoptado algún tipo de evaluación de la tecnología de la salud para decidir qué técnicas cubrir. La evidencia sobre lo efectivo de estos métodos de evaluación es todavía limitada, aunque hay un estudio para el caso de Inglaterra. En este país, las recomendaciones sobre el uso de las tecnologías han conseguido algunos ahorros para el Servicio de Salud Nacional (NHS), pero a expensas de trasladar parte de los costes a los pacientes (Richards, 2008 [10]).

6. Acceso a los servicios y listas de espera

En ausencia de un sistema de precios, las listas de espera racionan los servicios médicos a los pacientes y les impone un coste. El coste es menor si los pacientes que potencialmente ganan más con el tratamiento son también los que esperan menos. Contrariamente a los seguros privados, los sistemas de atención financiados públicamente típicamente discriminan a los pacientes según la urgencia de su tratamiento. Una característica del NHS en Inglaterra es la existencia de médicos generales que administran su propio presupuesto y que contratan servicios médicos para sus pacientes y que compiten para tener pacientes del NHS, igual que hacen los hospitales. Propper et al. (2002) [11] estudian las listas de espera en más de 100.000 admisiones hospitalarias en Inglaterra entre 1993 y 1997 y encuentran que los pacientes de estos médicos tuvieron un menor tiempo de espera. Su conclusión es que es la capacidad de pagar por menores tiempos de espera dentro del sistema público (vía estos médicos), y no la capacidad para elegir el hospital en que realizar la intervención, es lo que causó las menores esperas. Siciliani y Martin (2007) [12] examinan el efecto de aumentar la elección de hospital con datos de 120 hospitales entre 1999 y 2001 y muestran una modesta reducción en las listas de espera causadas por la competición entre hospitales.

Estudios posteriores sí confirman el descenso en las listas de espera debidas a esta causa a partir de las reformas del gobierno en el año 2000 y, más importante aún, muestran que las reformas no llevaron a una distribución desigualitaria de las listas de espera, como mucha gente predijo (Cooper et al. 2009 [13]). Más aún, la causalidad queda confirmada por el experimento natural que pudieron estudiar los investigadores, puesto que Inglaterra introdujo estos objetivos, pero Escocia no lo hizo. En otros países se hicieron estudios similares. Una comparación internacional de las listas de espera hecha por Siciliani y Hurst (2004) [14] sugiere que, aunque las listas de espera no son un problema en todos los países, donde sí lo son, los gobiernos son capaces de reducirlas cuando escogen este objetivo explícitamente.

7. Conclusión

Finalicemos esta serie de artículos que resumen el trabajo de Stabile y Thomson (2014) [1] con sus propia conclusiones:
Ha habido alguna convergencia en las políticas adoptadas por los distintos países para mejorar los incentivos financieros y promover un uso eficiente. En el caso del agrupamiento de riesgos, todos los países con agrupamientos que compiten entre sí están experimentando dificultades similares con la selección y están adoptando formas más refinadas para el ajuste de los grupos de riesgo. En el caso de competencia hospitalaria, la clave que lleva al éxito parece ser en qué se compite y en la capacidad de medir, más que en si el sistema es público o privado. En los casos de los sistemas de P4P y de las listas de espera, la evidencia difiere según las jurisdicciones. Sin embargo, la evidencia sugiere que varios gobiernos han podido efectivamente reducir las listas de espera cuando han elegido explícitamente centrarse en los incentivos para conseguir este objetivo. Mientras que los EE.UU. son un caso atípico entre los países de la OCDE, un buen número de cambios en las distintas jurisdicciones sugiere una convergencia significante en el papel del estado en la financiación del sistema de salud. Estos cambios, junto con la introducción de un mandato de cobertura universal en los EE.UU. sugieren que muchas de las lecciones arriba aprendidas pueden aplicarse también en los EE.UU.
Referencias:

1. Stabile, M., y Thomson, S. 2014. The Changing Role of Government in Financing Health Care: An International Perspective. Journal of Economic Literature 52(2), 480–518.

10. Richards, M. 2008. “Improving Access to Medicines for NHS Patients.” A Report for the Secretary of State for Health.

11. Propper, C.; Croxson, B., y Shearer, A. 2002. “Waiting Times for Hospital Admissions: The Impact of GP Fundholding.” Journal of Health Economics 21(2), 227–52.

12. Siciliani, L., y Martin, S.. 2007. “An Empirical Analysis of the Impact of Choice on Waiting Times.” Health Economics 16(8), 763–79.

13. Cooper, Z.N.; McGuire, A.; Jones, S., y Le Grand, J. 2009. “Equity, Waiting Times, and NHS Reforms: Retrospective Study.” British Medical Journal 339, b3264.

14. Siciliani, L., y Hurst, J. 2004. “Explaining Waiting-Time Variations for Elective Surgery across OECD Countries.” OECD Economic Studies 38(1). 96–123.

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Hace tres años en el blog: ¿Hay observación sin teoría?
Y también: Buenas y malas cuentas.
Hace cinco años en el blog: De las muchas afirmaciones.
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4 comentarios:

  1. Disculpe que le de la murga, pero después de haber leído todas las entradas de esta serie no me ha quedado claro si son igual de eficientes los sistemas privados y públicos o si lo son más los mixtos.

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    1. El trabajo que he resumido no intentaba responder a esta cuestión de manera contundente y explícita, sino más bien mostrar la variedad de problemas de los sistemas de salud modernos y de la convergencia que están mostrando. Por lo expuesto, parece que un sistema mixto con fuerte presencia pública, pero que incentive la competencia y el agrupamiento de riesgo tiene buenas papeletas para ser un sistema eficiente. Es tentador decir que los movimientos convergentes observados van en la dirección de la eficiencia. Es muy posible, pero esto requiere continuar recabando datos según pase el tiempo y hacer el correspondiente análisis.

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    2. Muchas gracias por molestarse en responderme :-)

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